Nuestro equipo salió a la cancha como los chiquillos en el patio del colegio, la defensa hacia aguas mientras la defensa del equipo contrario, hubo un tramo del partido que no anotamos un punto durante 8 minutos. Se ganó por verguenza torera y es de agradecer el esfuerzo hecho por los jugadores.
El arbitraje fué bochornoso y partido tras partido hay que hacer un sobreesfuerzo para imponerse al equipo contrario que además cuenta con el apoyo descarado de los árbitros.
Pero dicho lo anterior, eso no justifica que el Alcalde del pueblo, abronque al árbitro, esa función queda para los aficionados; el primer representante del pueblo no puede caer en el "falso forofismo", porque su función en ese lado de la grada es institucional y representativa, pero siendo el personaje quien es, no se puede esperar otra cosa.
Felicidades al equipo y esperemos que a falta de criterios, en los que está fallando el técnico, el equipo supere los próximos partidos a base de ilusión y coraje.